domingo, septiembre 23, 2007

Las empresas del futuro:

Existirán empresas en el futuro que tengan pilastras para obtener datos. Esos antecedentes (buenos o malos, bonitos o feos) serán condicionados por lo que existe al interior de las organizaciones y se entiende fuera de las entidades. En ellas, las columnas receptoras, deberán estar incrustados profesionales de la crónica y el periodo, haciendo un trabajo de máximo calibre para mantener el tótem institucional erguido por siempre.

En un mundo de tribulaciones y desamparos, éxitos y logros están los empleados del futuro. Individuos que darán cuantía a las organizaciones que requieran saber como se comportan todos sus engranes, bujes y bisagras. Como cual velero necesita un capitán y éste a se vez de una tripulación y todos ellos de una embarcación a toda prueba. Siendo esas experiencias, innegable-mente, adjuntadas por la organización y entregadas por los componentes que tengan las posibilidades de generarlas.

Todas las organizaciones están contempladas para aquello. Probas o interfectas, las empresas del nuevo orden, deben contemplar como se esculpe su tótem particular. El podrá dar indicios reales para afrontar los innumerables desafíos de un futuro que luego de la expansión de la robótica, la reconversión al combustible de electrones y la emancipación del circulante físico traerá consigo nuevos esquemas para comprender al humano consumidor, ávido a la consumación y propenso a invertir sus procesos.

Cuando las organizaciones comprendan que tiene la posibilidad de atesorar y diseñar parámetros, únicos, de los individuos que laboran en ellas, estarán en condiciones de avanzar en las empresas que consumirán todo, dado que todo está convergiendo hacia una terminal.

Todo ello no es posible si es que las organizaciones no tienen a quien venderle sus bienes o servicios. Las huestes del consumo mutan al igual que los que laboran al interior de tales entidades; haciéndose una obviedad que en sociedades que se declaran propensas al leguaje y se mantienen apegadas a los avances tecnológicos, sus producciones están aseguradas y la apetencia por el desarrollo no tiene fin. Creándose un círculo virtuoso entre los que están conduciendo las embarcaciones, manteniéndolas en funcionamiento y los que conforman el mar por el cual pueden navegar.

Los panópticos empresariales se verán favorecidos mientras tengan sus actividades apegadas a lo proboactivo, no así, las corporaciones que son tendenciosas a sortear con astucia y sagacidad objetivos que nos son debatibles para una sociedad en franco avance hacia el liderazgo en objetivos de primer nivel: Redes fuertes, embarcaciones impecables y mares navegables.

Indudablemente, ya existen sociedades completas que entendieron las demandas de las nuevas economías. Sus imaginativos han dibujado sus humanidades, tomando todos y cada uno de los elementos que se pueden observar y mientras aparezcan más individuos indicando datos eliminarán, constantemente, las incertidumbres. Obteniendo el preciado avance que las desarrollará, aún más que potentes conjuntos organizacionales fabriles. Cerrándose los círculos de dependencia y autorregulación.

No es difícil verlo, sino aceptarlo. En sociedades donde está muy deteriorada la capa basal, sin lugar a dudas que el esfuerzo es significativo. Sin embargo, cuando se presentan todos los elementos y aquel conjunto poblacional no tendrá atisbos de incremento o disminución, la fórmula tiene su componente más preciado para funcionar…

Fijate.cl

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